5 cosas que debes conocer sobre el uso de tu cepillo de dientes



                    Características de los cepillos de dientes
Las cerdas de los cepillos dentales pueden ser naturales (pelos de cerdo o de jabalí) o sintéticas (nylon). En la actualidad la recomendación es utilizar cepillos de cerdas sintéticas y con un grado de dureza medio o blando. Actualmente hay una gran diversidad de cepillos y debemos utilizar siempre el que más se adapte a nuestras necesidades:




- Cepillo convencional: con 3 o 4 tiras de cerdas, es el que usamos normalmente.

- Cepillo periodontal: también llamado sulcular o crevicular, tiene dos tiras de cerdas. Se utiliza en casos de inflamación gingival y surcos periodontales profundos. También es recomendable en niños con ortodoncia fija.

- Cepillo eléctrico: tiene 3 tipos de movimiento horizontal, alternado, vertical arqueado o vibratorio. Pueden ser especialmente útiles en personas disminuidas físicas o mentales, debido a la simplicidad de la operación por el paciente o por quien le ayude.

- Cepillos interproximales: son un penacho para los espacios interdentales.
El tiempo de vida promedio de un cepillo dental es de tres meses. Sin embargo esto es muy variable, de manera que deberemos cambiar el cepillo cuando veamos que las cerdas empiezan a doblarse hacia los lados, ya que esto podría dañar las encías, además de que cuando ocurre esto el cepillo pierde su función de limpieza.
Comparación cepillo eléctrico - cepillo convencional
La comparación de los beneficios que produce el cepillo eléctrico frente al convencional está muy discutida. En cuanto a la capacidad para eliminar la placa bacteriana se ha visto que tienen la misma capacidad ambos tipos de cepillos. En cuanto a la capacidad para dañar la encía o los labios también los dos tipos de cepillos tienen la misma capacidad. En cuanto a la capacidad de dañar el esmalte dental al utilizar la pasta de dientes abrasiva, se ha sugerido que los cepillos eléctricos producen un menor daño porque los usuarios tienden a hacer menos presión sobre la superficie dental que con un cepillo convencional.

Para resumir el cepillo eléctrico nos puede ser útil en casos de disminuidos físicos o psíquicos, y también a veces para motivar a los niños en el cepillado. Pero el entusiasmo puede desaparecer con el tiempo y llevar menos cuidado en el cepillado por creer que el propio cepillo lo hace todo. De manera que los pacientes que usan cepillo eléctrico deben ser evaluados de forma periódica y provistos de refuerzos siempre que sea necesario.
¿Por qué no es bueno compartir el cepillo de dientes?
El cepillo de dientes es un utensilio muy personal que, además de adaptarse a las características individuales de cada uno, puede albergar microorganismos, que quedan en sus cerdas¿Por qué no es bueno compartir el cepillo de dientes?
Muchas personas se preguntan por qué, si besamos a una persona o compartimos una botella de agua con ella, no podemos entonces usar el mismo cepillo de dientes. En este artículo responderemos no solo a esa consulta sino que, además, te daremos datos realmente asombrosos sobre este objeto de la higiene que debe ser sí o sí personal.


Datos llamativos sobre el cepillo de dientes
Quizás le restes importancia a este instrumento vital en nuestro aseo cotidiano. Pero, a partir de ahora, empezarás a prestarle más atención y a tomarlo en cuenta. El cepillo de dientes debe ser tratado con mucho respeto, ya que es un potencial foco de gérmenes y bacterias. 
Algunos datos interesantes sobre este elemento son: Es el hogar de millones de microorganismos. La boca alberga diferentes tipos, que se transfieren al cepillo de dientes cuando lo usamos. Entre ellos podemos destacar los estafilococos, las bacterias coliformes y las levaduras. 
No solo “recibe” bacterias de la boca ¿Esto qué quiere decir? Que si los dejamos en el baño (algo habitual en todos nosotros) los expondremos a bacterias entéricas alojadas en el intestino y que se eliminan con las heces. La explicación de los médicos es que los microorganismos tienen la capacidad de “saltar” del retrete al cepillo. 
Atencion adonde lo guardamos
Algunas personas optan por poner el cepillo de dientes en un estuche con el objetivo de que no se llene de bacterias. Lo mismo ocurre durante un viaje. Sin embargo, el ambiente húmedo que se recrea es propicio para la proliferación de microorganismos. 
Se recomienda dejarlo en posición vertical para que el agua pueda caer por completo y no usarlo hasta que esté completamente seco. 
Si en casa somos varios y todos ponemos el cepillo en el mismo vaso o recipiente trataremos de que estén lo más separados posibles. ¡Y que no se toquen entre sí! Por más de que las bacterias puedan saltar hay más posibilidades de que pasen de uno a otro si están pegados. El cepillo por sí solo no alcanza 
Para cumplir con una limpieza correcta y completa de la boca sería bueno que utilizaras enjuague bucal e hilo dental. Además, tienes que enjuagar por completo el cepillo cada vez que lo uses para evitar que queden restos de comida. 
Una vez a la semana se aconseja introducirlo en un vaso con agua limpia y una cucharada de bicarbonato de sodio para quitarle todos los gérmenes. 
Cambiarlo con asiduidad: más que una campaña de marketing 
A veces pensamos que si una publicidad nos indica comprar algo cada cierto tiempo es porque de esta manera el fabricante se enriquece. Sin embargo, en el caso del cepillo de dientes es preciso sustituirlo periódicamente. 
¿Cada cuánto? Eso depende de varias cuestiones. Por ejemplo, si se ha tenido alguna enfermedad o brote, si el baño es muy húmedo o si se ha compartido, se recomienda comprar uno nuevo. 
En condiciones “normales” no hay que dejar pasar más de tres meses de uso.
¿Cuáles son los riesgos de compartir el cepillo de dientes?
He aquí la situación: Nos quedamos a dormir en casa de nuestra pareja y no llevamos el cepillo dental. Por la mañana, al levantarnos, corremos al baño a cepillarnos los dientes. 
Cuando nos damos cuenta de que no tenemos el nuestro automáticamente decimos: “Si igual intercambiamos saliva a través de los besos, ¿qué problema habría en usar su cepillo?”. 
Los dentistas dan sus recomendaciones al respecto. No se trata únicamente de cuestiones de higiene, sino también sanitarias. Cada persona tiene dentro de su boca unas bacterias específicas (por llamarlas de alguna manera) y no sería bueno que las “compartieses” con nadie, aunque sea tu compañero. 
Muchos de estos microorganismos no se transmiten a través de la saliva, como es el caso de la placa dental (que está pegada en los dientes y causa las tan horribles caries). ¿Dónde si quedan? ¡En las cerdas del cepillo! Por lo tanto, al usarlo tú, te los pasarás a la boca sin darte cuenta. 
Todo lo contrario ocurre con ciertos virus que no pueden sobrevivir al aire libre. La gripe y la mononucleosis, por ejemplo, sí se contagian por los besos pero no por usar el mismo cepillo. 
Si compartimos este artículo que debería ser tan personal tendremos más posibilidad de padecer enfermedades y patologías tales como
- Herpes labial
- Caries por Streptococcus mutans
-  Hongos y otros. 
Otra cuestión muy importante es que cada persona tiene una herramienta de limpieza acorde a sus necesidades. 
Si bien no se confeccionan a medida como un traje, existen decenas de modelos: más blandos, más duros, ergonómicos, de plástico, de goma… 
Si, por ejemplo, tienes encías sensibles y usas un cepillo de cerdas muy gruesas puedes provocar un sangrado. Por el contrario, si las encías son más fuertes y se emplea un cepillo con cerdas suaves la eficacia del cepillado será menor. 
Entonces… ¿Qué hago si me olvido el cepillo de dientes? Ya que no puedes usar el de tu pareja, te recomendamos que comas una goma de mascar o una pastilla de menta, que te hagas un enjuague con líquido de limpieza o que le tomes prestado un poco de hilo dental. 
Nota
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